domingo, 7 de febrero de 2016

“LA LEYENDA DEL PADRE HIGINIO” Acampada “Las Tijerinas”. Sierra de Cazorla. 1.997. Colegio Antonio Gala



LA LEYENDA DEL PADRE HIGINIO”
Acampada “Las Tijerinas”.  Sierra de Cazorla. 1.997.Colegio Antonio Gala

Fuego de Campamento. 12 de Junio.1.997
Cuentos para leer en el Huerto 

LAS LEYENDAS DEL ANTONIO GALA (II)

El lugar en el que nos encontramos recibe el nombre de “Las Tijerinas”. Dicho nombre debe su origen en el modo que atacaban los árabes a los cristianos, cuando éstos iniciaron la Reconquista de la zona que hoy se conoce con el nombre de Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas (período que terminó en 1.179 mediante el Tratado de Cazorla que significó la rendición de los árabes y el reparto de estas tierras entre Alfonso VIII de Castilla y Alfonso el Casto de Aragón: (ver Larousse).
El modo de ataque consistía en lanzarse desde las copas de los árboles (acacias, pinos…) con unas tijeras de brazos largos con las que degollaban las cabezas de los soldados cristianos.
Según cuenta la leyenda, que  pasa de voz en voz entre los habitantes de Cazorla, La Iruela, Riofrío..y está recogida en documentos escritos, existe también en España un lugar idéntico en España llamado “La Tejera Negra”, que así se llama a una sierra situada en la provincia  de Guadalajara al sur de la Sierra de Ayllón, de la que la separa el río Sorbe, río y lugar, que en esa zona tiene unos caracteres semejantes al Guadalquivir y a la Sierra de Cazorla en el lugar que nos encontramos, “Las Tijerinas”.

La zona antes mencionada comprende también el Parque Natural llamado “El Hayedo de la Tejera Negra”-ver Larousse-.
La Leyenda del Padre Higinio, tiene no sólo una localización idéntica, sino que a los hechos que sucedieron en las Tijerinas, les correspondieron otros idénticos y con los mismos personajes  en el Parque Natural de las Tejeras Negras, 200 años antes, aproximadamente, según se escucha aún entre los habitantes de aquella comarca.

Según cuenta la leyenda, cuando los cristianos reconquistaron en 1.179  la sierra de Cazorla y Segura, grupos de árabes se dispersaron por la misma y estuvieron vagando por la sierra, alimentándose de animales, especialmente de jabalíes, y también de plantas y frutos silvestres durante siglos.

Es a comienzos del S. XVIII –seis siglos más tarde, del final de la Reconquista- cuando aparecen los primeros documentos escritos, que se  encuentran en el Archivo Parroquial de Cazorla en los que se señala que los árabes nunca dejaron los parajes de Cazorla y que llegaron a tomar forma de jabalíes cuando los cristianos y la Inquisición los buscaban con la intención de quemarlos en la hoguera.
Los habitantes de Cazorla, quizás por superstición, consideraban que los males y las epidemias que sucedían en la Sierra  de Cazorla se debían a hechizos y conjuros de estos árabes, esto dio lugar y engendró un odio profundo hacia éstos y un gran interés en su exterminio.
Es de nuevo en el s. XIX, dónde se pueden ver documentos que nos indican la práctica desaparición de estos árabes y la aparición de un cementerio en un prado cercano a la actual “Tijerinas” del cuál se han rescatado un
abundante número de cadáveres.
Se conoce, que la única familia árabe que logró escapar de la Inquisición se estableció en Peal del Becerro, diciendo ser unos cristianos que venían de Aracena, en la provincia de Huelva.
Buscando que no fuera descubierto su origen, en el s. XX, el hijo menor de esta familia   -llamado Higinio-, se ordenó sacerdote y lo mandaron como cura párroco al municipio de la Iruela, en cuya demarcación, se encuentra el campamento de “Las Tijerinas”.


Higinio, era muy querido y estaba muy considerado por todos. Hasta que un día, en una noche clara, unos vecinos lo encontraronen el cementerio cercano  a las “Tijerinas”, orando  a Alá en dirección  a la Meca. Tras ser descubierto, Higinio, huyó y comenzó a deambular buscando diferentes refugios por la Sierra de Cazorla.

Desde aquél momento, en la zona de las “Tijerinas” se empezaron a producir muchos hechos misteriosos y al mismo tiempo dramáticos, (gran número de personas de  Cazorla y otros municipios de la Sierra aparecían destrozados por animales con todos los indicios de tratarse de jabalíes).
En 1947, una persona que consiguió escapar de un ataque relató que había sido atacado por un enorme jabalí, que sin embargo emitía
sonidos y tenía rasgos humanos.
Las gentes de los alrededores se dieron cuenta que una planta muy conocida y quizás la más abundante de Cazorla desaparecía y estaba a punto de extinguirse, de manera que sin conocer aún muy bien el porqué, los habitantes de Cazorla y la Sierra le pusieron el nombre de “Higinius Florensis Maior”, porque intuían que podía ser el alimento con el que lograba sobrevivir el Padre Higinio.
Otro dato que las gentes empezaron a comprobar en la práctica, era que los hechos dramáticos (muertes violentas, desapariciones),  sucedían cada siete años fundamentalmente, aunque casos aislados se daban todos los años, aunque con intervalos siempre de siete días. Todo estos sucesos iban unido en esos periodos a la aparición de un gran número
de árboles destrozados.
Todos estos hechos llevaron a un grupo numerosos de personas de la Sierra a organizar batidas con la intención de capturar al Padre Higinio y por ello destrozaron una casa que se encontraba en los alrededores del campamento de las “Tijerinas”, (dónde nos encontramos actualmente, realizando la acampada). Parece que desde entonces el Padre Higinio se refugió  en las diferentes cuevas que existen en los alrededores.
Las muertes de los cazorlenses seguía sucediéndose y desde entonces esta zona ha sido considerada, maldita.
Fue un 6 de Enero de 1979, cuando unos habitantes de la Iruela se encontraron el cuerpo casi descompuesto del Padre Higinio junto a un conjunto de cipreses que se hallan en los alrededores del cementerio.
Desde entonces, en los muros de lo que fue la primitiva casa del Padre Higinio, aparece, aunque se intente borrar los símbolos “H-97”o “E-47”, qque pueden hacer relación a la edad con la que murió Higinio y los números interiores del año de su muerte 1”.97”9.

De todas formas, desapareció el Padre Higinio, pero corre de voz en voz entre los habitantes de Cazorla que su espíritu sigue vivo y se convierte en un enorme jabalí que cada siete años destroza muchos cuerpos de personas que aparecen y se acercan a “Las Tijerinas”.
Afortunadamente los habitantes de los alrededores han descubierto una fórmula para liberarse de los conjuros.

Así, el recoger siempre en grupos de siete niños o niñas, siete flores de la especie “Higinius Florensis Maior” puede evitar el conjuro, pero hay otra forma que se ha comprobado que falla menos, consiste en gritar todos y todas, (niños, niñas, maestros y maestras), al mimo tiempo y voz muy alta tres palabras que parecen ser mágicas pasra eliminar los ataques del Padre Higinio, éstas son, ¡¡HIGINIO!!, ¡¡PADRE!!, ¡¡JABALÍ!!, que parece crear una capa de iones que protegend los ataques del Padre Higinio y de otras adversidades como pueden ser las lluvias torrenciales y  vientos que a veces suceden en las Tijerinas.

Pero su presencia está viva y el peligro no ha pasado, de ahí que en el centro del cementerio , en el lugar que parece enterraron al Padre Higinio, aparezca y desaparezca su nombre. Otro símbolo que demuestra su presencia, es la cantidad de árboles semidestrozados con formas de cuernos y colmillos de jabalíes.
De todas formas parece que hasta que no descubramos todas las señales e indicios que nos ha ido dejando el padre Higinio, no podremos estar tranquilos y disfrutar de las Tijerinas sin la amenaza constante de un posible ataque de un jabalí que ya todos sabemos que es algo más que un animal, ya que es el espíritu del Padre Higinio que sigue vivo y muy presente.

Ha llamado la atención mucho a los habitantes de Cazorla, hasta el punto que hemos recibido abundantes llamadas desde allí, el porqué no ha llovido en los sietes días que hemos realizado la Acampada (salvo, algunos pequeños intentos de lluvia). Curiosamente Cazorla, junto a Grazalema son los dos lugares con los mayores índices pluviómetricos de Andalucía. Pues bien, salvo en las Tijerinas,  las lluvias han sido intensivas en Andalucía y se ha recogido las mayores cantidades del año. Asimismo las llamadas desde Cazorla nos dicen que en las Tijerinas desde la noche del domingo, (día final de la Acampada) está lloviendo sin parar habiéndose inundado la zona de la Acampada.

Otro hecho extraño, es que los árboles que encontramos destrozados han recuperado su estado natural y no hay ningún destrozo.
Parece ser, según nos dicen desde Cazorla que podría haber desaparecido el conjuro del PADRE HIGINIO y se nos avisa del cuidado que tenemos que tener a los siete días de haber gritado por primera
vez¡¡HIGINIO!!¡¡PADRE!!¡¡JABALÍ!!.
 Ha sido muy desagradable  para nosotros recordar que fué el día 12 de Junio, Viernes, cuando gritamos por primera vez esas palabras y que los siete días se cumplen el día 19 por la tarde, (día de nuestra fiesta de fin de curso).
Esperemos que al grito de ¡¡HIGINIO!!¡¡PADRE!!¡¡JABALÍ!! se evite los posibles desastres que podrían ocurrirnos en una fecha tan importante para nosotros como nuestra fiesta de Fin de Curso.




2 comentarios:

  1. Creo que el de la gorra roja soy yo!! recuerdo ese campamento como si fuese hoy. ¡Cómo pasa el tiempo de rápido!

    Llevo un buen rato observando la foto y disfrutando de cada uno de los recuerdos que me trae al presente. Por aquel entonces éramos unos 50 inocentes quinceañeros con todo un mundo por descubrir. Hoy tenemos ya unos 33 y orgulloso escribo lo feliz que fui en mi colegio.

    Al recordar aquella acampada no puedo dejar de pensar la de juegos, travesuras, aventuras y excursiones que hacíamos en nuestro cole. Éramos niños sanos, alegres y apasionados con todo aquello que se nos proponía. Esta acampada fue buena muestra de ello, tanto como las otra 7, que a lo largo de nuestro paso por el Gala fueron siendo la gran aventura de fin de curso. En ellas y como muestra del espíritu del claustro de por aquel entonces siempre había mil actividades preparadas para hacer de la experiencia algo inolvidable: senderos, baños en ríos, escapadas nocturnas, historias de miedo, gymkanas, etc...Los maestros eran una fuente inagotable de pasión, alegría y sonrisas. No se me olvidará jamás. Por otro lado, nosotros también poníamos salsa añadiendo travesuras, amoríos, nuevas amistades, etc con lo que el espectáculo estaba asegurado.
    Podría escribir con una gran sonrisa algunas de las dramáticas historias de amor que algunos "ya despiertos" protagonizaban, haciendo más interesantes si cabían, las acampadas. Recuerdo que alguno por despecho decía que "la vida no tania sentido" ya con 10 añitos jejej. No nos quedaba vida por delante.

    Despues de salir del cole y pasar por unos "duros años de pubertad", recuerdo que ví un anuncio para hacer un curso de Monitor de Ocio y Tiepo Libre, que me lamó poderosamente la atención. Pensaba en recuperar para mi aquellas sensaciones que el contacto con la naturaleza y las actividades al aire libre me dieron durante mi infancia y que con tanto cariño recordaba. Pues bien, me lancé me convertí en monitor. Monitor de pequeños y mayores. Como Ldo en Medio Ambiente, aportaba mi pasión por los animales, las plantas y el respeto que me merece. Más tarde entré un grupo Scout, donde pasamos tambien mil aventuras en contacto con la naturaleza. Marchas campo a través, talleres de astronomía, orientación, supervivencia, veladas animadas, muchas risas, convivencias inolvidades, difcultades superadas y muchas cosas mas que hicieron que creciera mucho más de lo que podria esperar si hubiera dejado mi tiempo en tantas banalidades que ahora se ponen tristemente de moda.

    Hoy soy profe. Profe en mi cole, el Gala. No hay día que no agradezca la impronta que recibí aquí. Cuando entro por la puertas, recuerdo cómo mis profesores me han guiado, me han aconsejado, cómo de algunos aprendí observándolos o de otros por que me corregían cuando me metía en contra mano haciendo alguna trastada o faltando al respeto a otros compañeros. Recuerdo siempre una sonrisa por parte de quienes me tenían en sus manos como educadores, siempre buenas maneras, siempre respeto, siempre cariño y siempre un abrazo desde el corazón cuando lo necesité. Hoy me considero una buena persona, intento tratar a mis alumnos como a mi trataron, creyendo en mi y en mi grandeza, respetándome como persona, fomentando mi libre pensamiento y dejandome soñar. Bendita impronta, que respiro en cada pasillo y que hizo que hoy pueda ser nada mas y nada menos que todo eso, que no es poco.

    Coon la esperanza de poder honrar quienes tanto me enseñaron y e, mocionado termino este comentario; solo pudiendo dar las gracias a ese maravillo equipo que sigue dando felicidad a los niños y niñas de mi pueblo. Larga vida a mi cole.

    Siempre Gracias, Carlitos.

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